La regeneración de la piel
La principal razón del envejecimiento es la pérdida de la capacidad de regeneración de nuestras células, por eso es tan importante la aportación extra de nutrientes antioxidantes, que retrasan este deterioro y de sustancias que puedan estimular la regeneración, sobre todo a partir de los 30 años.
Una de las sustancias naturales que obra auténticos milagros en nuestro organismo es la vitamina E; es la gran aliada de la juventud, tanto por su efecto antioxidante como por su capacidad para regenerar células y tejidos, por lo que es uno de los ingredientes médicos de uso tópico para los tratamientos de este tipo, por ejemplo para pomadas y cremas cicatrizantes o para el cuidado de quemaduras y postoperatorios.
En el mundo de la cosmética, la vitamina E es un ingrediente básico de todo tipo de cremas , ya que es la gran amiga de la juventud y belleza de la piel, el problema es que suele estar con unos niveles de concentración muy bajos, por lo que, aunque usemos cremas de tratamientos antiedad, siempre es conveniente una aportación extra.
Hay varias formas en las que podemos darle a nuestro organismo, la vitamina E que necesita (que para un adulto normal, son aproximadamente unos 15 mg./día), hay vitamina E sintética, en cápsulas, pero son la mitad de efectivas que la misma cantidad absorbida de forma natural y hay concentrados de vitamina E para uso cosmético que se comercializan en forma de pequeñas ampollas o perlas, que se utilizan como tratamientos instantáneos para el cutis; su nombre comercial farmacéutico es alfa-tocoferil acetato.
Lo más aconsejable es incorporarlo a nuestro organismo mediante unos hábitos alimenticios saludables y mediante productos ricos en esta vitamina, que son, por encima de todos, algunos frutos secos y los aceites que se extraen de ellos: pipas de girasol, almendras, nueces, avellanas y sésamo son los que tienen la concentración más alta, también aportan cantidades importantes el germen de trigo y el aguacate.
Marga G.-Chas Ocaña