Estética: lo último en rellenos
Conseguir más volumen para tus labios o borrar los surcos profundos de las arrugas de expresión en la frente y alrededor de la boca, hoy es una realidad gracias a los avances de las técnicas de relleno y de los materiales que se utilizan.
Tras la locura por el botox, que dejó a mitad del plantel de actrices americanas con los cuarenta cumplidos, sin capacidad de expresión en su cara (ya que el botox es un producto diseñado para inhibir la contracción muscular, evitando la formación de arrugas dinámicas únicamente), se han descubierto muchos otros productos que son tanto o más efectivos y que suponen un menor riesgo, ya que muchos de ellos están ya presentes en nuestro organismo, con lo que se evitan factores de rechazo y que, además son bastante económicos.
También ha cambiado radicalmente el concepto de durabilidad; al principio se buscaban materiales permanentes que con el tiempo eran fábricas de máscaras y en caso de problemas eran complicados de extraer. La medicina vanguardista busca rellenos reabsorbibles, que se van adaptando a los cambios de las estructuras cutáneas con el envejecimiento.
Los factores que hay que tener en cuenta a la hora de escoger un material de relleno son: que sea no alergénico, que produzca la mínima inflamación, que sea reproducible, estable, duradero y asequible; de administración rápida e indolora, que exija una recuperación mínima y, por supuesto, que sea un material asequible.
Los materiales más recomendables para utilizar en infiltraciones cutáneas son el ácido hialurónico, la propia grasa de la persona, el llamado lipofilling, hidroxapatita cálcica, colágeno, ácido poliláctico, polimetacrilato, poliacrilamida y fosfáto tricálcico. Lo más IN, son los tres primeros, que son probadamente biocompatibles. Es precio suele oscilar entre los 300 y los 600 euros.
Marga G.-Chas Ocaña