4 diciembre, 2012

Recetas para bebés: cremas y purés

En invierno y teniendo bebés en casa, es obligado incorporar purés en cualquier menú, incluido el de Navidad: son recetas que aportan los nutrientes esenciales, que con una buena presentación adornan cualquier mesa, pueden tomarlas comensales de cualquier edad y además no dejan de ser un plato caliente de cuchara, que se agradece enormemente en la época de los fríos invernales.

Las cremas y purés son una forma rápida y cómoda de brindar a los más peques una alimentación sana y equilibrada, con un alto contenido de vitaminas vegetales, incorporación de las proteínas necesarias para su crecimiento, sabrosas al paladar de toda la familia y además muy fáciles de comer para ellos.

Una forma muy divertida de acostumbrar a los pequeñines a los vegetales y a los purés es jugando con los colores; utilizando la patata como base, podemos hacer cremas de color naranja (con, zanahoria y calabaza, por ejemplo), blancas (con calabacín, nabos, espárragos), rojizas (con tomate), amarillas (con maíz), violetas (con lombarda) y verdes (con cualquier verdura: brócoli, espinacas, acelgas, judías verdes, guisantes, etc…), marrones (con lentejas). Una vez que las cremas están bien trituradas y en el caso de contener verduras con hebra, pasadas por un colador ancho.

Dependiendo de la edad del bebé podremos adornarlas con motivos divertidos utilizando los mismos vegetales: granitos de maíz, guisantes, rodajitas muy finas de vegetales cortadas con formas de animales… el plato se presta a lo que nuestra imaginación nos sugiera.

Para convertir estos purés vegetales en un plato completo para un niño, no tenemos más que añadirle en la cocción algún trozo de carne que se puede variar según el gusto del bebé: un trocito de pollo, que es fácil de incorporar a la crema, o uno de ternera, de alguna parte blandita que podamos trocear bien; también podemos añadir al cocer algún trozo de jamón o un hueso de caña que aportan sustancia al plato.