Exfoliación antes de tomar el sol
Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina y con ellas, los planes para los primeros días de playa, por lo que hay que ir empezando a tomar medidas de precaución y preparación de nuestra piel y nuestro cuerpo para la exposición a los rayos solares.
Los efectos del sol sobre nuestra piel pueden ser muy beneficiosos: estimulan la creación de melanina y de vitamina D, redensifican la epidermis, favorecen la absorción de calcio y fósforo, mejoran el aspecto general de la piel y estimulan el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. Pero para que el tomar el sol sea todo beneficios, tenemos que extremar las precauciones al principio, pues todo tiene una cara y una cruz.
Pero si no tomamos precauciones, la exposición excesiva a los rayos solares pueden suponer una importante agresión para la piel, desencadenando la aparición de manchas, rojeces, un tono irregular e incluso quemaduras necesitadas de tratamiento médico.
Debemos de tener en cuenta que nuestra piel es un organismo vivo, por lo tanto, lo primero es efectuar una correcta limpieza intensiva que haga desaparecer las acumulaciones irregulares de células en superficie, que son la principal causa de las manchas. Esto lo logramos mediante la exfoliación de la piel corporal, que debe hacerse varias veces antes de ponernos al sol; facilitará el coger tono más rápido y de una forma más uniforme.
Una forma super efectiva de hacernos una exfoliación casera es con medio vasito de aceite (preferiblemente de oliva) y dos o tres cucharaditas de azúcar. Métete en la ducha, aplícatelo por todo el cuerpo y masajea suavemente con movimientos circulares; notarás un ligero roce, necesario para que sea eficaz. Hazlo durante unos minutos y luego dúchate normalmente, notarás los efectos en la piel inmediatamente.
Marga G.-Chas Ocaña
