Las claves para hacer uso del aftersun
Uno de los productos de belleza que se convierte en protagonista absoluto de nuestro neceser cuando llega el verano es el aftersun. Sí, porque realiza una función fundamental: calmar nuestra piel e hidratarla adecuadamente después de haber pasado mucho tiempo al sol, ya sea en la playa o en la piscina. Y eso sin olvidar que también es fundamental aplicarlo para que el bronceado dure más y para que la piel se mantenga suave.
No obstante, para que pueda realizar sus funciones adecuadamente es imprescindible emplearlo de la manera óptima. En concreto, hay que hacerlo apostando por seguir los consejos y recomendaciones que te vamos a exponer a continuación:
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Es vital que se aplique sobre el cuerpo una vez que la piel esté limpia. Es decir, tiene que echarse después de haberse dado una ducha y haber retirado los restos de cloro o sal marina, del agua de la piscina o del mar.
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Lo ideal es emplear un aftersun específico para el cuerpo y otro apropiado para la piel de la cara. No hay que pasar por alto que incluso, si así se desea, existe otro tipo de aftersun que está especialmente diseñado para lo que es el cuidado del cabello.
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También es necesario tener en cuenta que en el mercado hay más de un producto como el que nos ocupa que, además, puede ejercer funciones como anticelulítico o incluso como reafirmante.
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Hay quienes llevan a cabo un truco casero con el aftersun. ¿Cuál? Meterlo en el frigorífico antes de aplicárselo. ¿Para qué? Para que al echárselo dé mucho más frescor a la piel. Eso sin pasar por alto que al hacerlo así se va a conseguir que pueda contribuir a mejorar de manera notable lo que es la circulación sanguínea.
¿Tomaste nota de todas estas recomendaciones? Te ayudarán a hacer el mejor uso posible de ese producto.