Decorar estudios y despachos

Decorar estudios y despachos

Si dispones de un lugar de trabajo, aunque sea un rinconcito de tu casa, pero en el que te gusta concentrarte para realizar cualquier actividad, debes intentar que cumpla ciertos requisitos, muy sencillos, pero efectivos, que conseguirán transmitir sensación de confort. Ten en cuenta que es un lugar en el que estarás varias horas al día,  por lo que es fundamental que te resulte cómodo y esté decorado a tu gusto.

Ten en cuenta que menos es más y no le temas al minimalismo. No hay habitación lo suficientemente grande como para dar sensación de amplitud, si la tenemos abarrotada de cosas o si está desordenada y si esto lo aplicamos a un lugar de trabajo, esta sensación puede resultar muy incomoda y puede afectar incluso a nuestra capacidad de concentración. Procura tener solo los muebles que necesites y organizarlos de la forma mas diáfana posible para que no te de la sensación de agobio.

El color es muy importante, influye en nuestro humos, nuestro estado de ánimo y nos ayuda a diferenciar ambientes incluso dentro de una misma estancia . Un uso correcto del color en un despacho o estudio puede alegrarlo y darle luminosidad, pero un exceso puede causar el efecto contrario, haciéndolo parecer pequeño y opresivo, todo depende de nuestra elección. Si utilizamos varios colores o tonos demasiado fuertes pueden contribuir a distraernos. Hay que intentar poner toques de color que dan alegría pero el entorno debe estar combinado de forma que no resulte agresivo.

Consigue espacio de almacenamiento donde sea. Unas buenas librerías son fundamentales, Si tienes muchas cosas o cosas pequeñas, puedes utilizar cajas para organizarlas en las estanterías, te facilitara la clasificación y visualmente resultara mas limpio. Busca cualquier rincón que esté desaprovechado, bajo la mesa de trabajo o entre los muebles y aprovéchalos para almacenaje, con cajoneras, cajas, cestas o cualquier recurso que se te ocurra. Es una forma cómoda de no tener cosas por el medio.

Busca siempre la comodidad e intenta que todo lo que puedas esté a tu gusto. Procura que el espacio se adapte a tu estilo, es muy importante para que lo sientas como algo tuyo. Que sea confortable, luminoso, sin corrientes, que los muebles se adapten a ti y no tú a ellos, por ejemplo que la diferencia de altura entre la mesa y la silla sea la correcta. No es una cuestión de presupuesto, es cuestión de imaginación.

Marga G.-Chas Ocaña

 



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