Llega la primavera… con sus problemas de piel
Entre un 20 y un 30 por ciento de la población de los países industrializados padece algún tipo de problemas de piel; un porcentaje que además se ha triplicado en las últimas décadas hasta convertirse en un tercio de las consultas dermatológicas y muchos de ellos, aunque su origen es por otras causas, se ven agravados por la primavera, aunque, también hay que decir, que la mayoría no son graves y tienen soluciones bastante sencillas.
La mayoría de estos problemas dermatológicos corresponde a eccemas y dermatitis, esas alteraciones que en muchos casos no pasan de una leve rojez, pero que pueden llegar a agravarse hasta resultar francamente desagradables. Los problemas más comunes suelen ser la dermatitis atópica y los eccemas de contacto.
Mientras que la dermatitis atópica suele deberse generalmente a factores genéticos, aunque puede aparecer asociada a algunas enfermedades crónicas, como el asma; los eccemas de contacto se producen como una reacción de nuestra piel al contacto con determinadas sustancias.
Se considera que el mayor causante del incremento de los eccemas es la contaminación ambiental, derivada de la polución, las emisiones de gases de los coches y, en general, de nuestro estilo de vida occidental, que aumenta nuestra sensibilidad cutánea, al estar la piel casi permanentemente expuesta a factores agresivos.
Tenemos en nuestras manos varias armas para combatir la irritabilidad de nuestra piel y además podemos reforzar su fortaleza con dos nutrientes: los ácidos grasos Omega 3, que actúan sobre las membranas de todas las células, además de ser beneficiosos para el sistema cardiovascular y sobre el desarrollo neuronal y la Coenzima Q10, presente en muchas cremas faciales, que ejerce grandes beneficios, uno de ellos el antienvejecimiento, por su acción acelerante de la producción de componentes esenciales de nuestra piel.
Marga G.- Chas Ocaña